LA OSTEOARTRITIS FELINA
La osteoartritis (OA) felina es la enfermedad articular más comúnmente diagnosticada en medicina veterinaria y con una gran impacto en la calidad de vida de las mascotas1.
FACTORES DE RIESGO
La artrosis en gatos es una enfermedad compleja, con una gran cantidad de moléculas implicadas en el desarrollo de la enfermedad y múltiples factores de riesgo. Cualquier gato puede desarrollar osteoartritis, especialmente a medida que envejece. Pero existen algunos factores o desencadenantes que pueden predisponer a un gato a desarrollar osteoartritis felina2,3:
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Obesidad
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Edad, particularmente gatos de mediana edad a mayores o geriátricos
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Trauma articular, como fracturas o roturas de ligamentos cruzados
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Congénita/hereditaria
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Alteraciones conformacionales
SIGNOS Y SÍNTOMAS
La osteoartritis felina puede ser difícil de detectar en sus fases iniciales y, a menudo, los signos no se hacen evidentes hasta que la articulación afectada está gravemente dañada. Por lo tanto, es importante prestar mucha atención a la salud general del gato, especialmente a medida que envejece, para detectar signos clínicos tempranos de enfermedad articular. Los signos clínicos más comunmente observados en gatos con OA son los cambios en el comportamiento.
Los veterinarios de todo el mundo informan de que la rigidez en la marcha y la falta de motivación para moverse son los signos más comúnmente reportados por los propietarios de los gatos diagnosticados con OA.
Alteraciones en el comportamiento de gatos con dolor articular/muscular:
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Duermen constantemente
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Rigidez en la marcha
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Recelos a que se les coja en brazos
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Falta de motivación para moverse y explorar el entorno
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Dejan de jugar o correr
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No quieren trepar
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Torpeza al subirse o bajarse de los sitios
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Lentitud al subir o al bajar escaleras
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Dificultad al orinar o defecar
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Adelgazamiento de la masa muscular
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Cambios en el estado del pelaje (p. ej., enmarañado, desaliñado)
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Cambios en el comportamiento de aseo, por ejemplo, acicalamiento excesivo de ciertas zonas debido al dolor
La OA felina es un empeoramiento progresivo de la integridad de la articulación, con la presencia de dolor crónico y un impacto significativo en la calidad de vida del animal.
Figura 1 - Signos clínicos comunicados por los propietarios de gatos al veterinario4
Figura 2 - Cambios en el comportamiento más frecuentes observados por los propietarios en sus gatos con OA4
En definitiva, el dolor articular que sufren los gatos, se refleja como cambios en su comportamiento y no a la presencia de cojeras, contrario de lo que ocurre en la especie canina.
TRATAMIENTO
La osteoartritis felina es una enfermedad degenerativa articular crónica que no tiene cura. Sin embargo, un diagnóstico temprano y un manejo multimodal —que debe incluir una terapia analgésica, modificación del entorno, dietas específicas y control del peso— permitirán que el gato tenga una mejor calidad de vida.
Generalmente se optará por combinar distintos enfoques para intentar controlar el dolor articular de los gatos y mejorar su calidad de vida durante el mayor tiempo posible.
Las decisiones del tratamiento deberán basarse en el paciente individual, y ser comentadas con el propietario para un mayor cumplimiento de las medidas que se tomen.
Tradicionalmente, el tratamiento farmacológico para el control del dolor articular en gatos se basaba en el uso de antiinflamatorios no esteroideos. Sin embargo, con un mayor conocimiento de la fisiopatología de esta enfermedad, ha surgido una nueva opción terapéutica para el control del dolor, los anticuerpos monoclonales, que han demostrado un buen perfil de seguridad y eficacia, mejorando las opciones terapéuticas disponibles para el manejo de la artrosis en gatos.
Anticuerpos monoclonales